El jueves tenía una entrevista de trabajo en Bilbao. Yo ya sospechaba que el trabajo no me iba a interesar, pero por si acaso, iba a ir. Además, estaba el asunto ése que me traigo entre manos.
En fin, que si algo podía salir mal, salió. Me fastidió un montón madrugar tanto, estuvo chispeando todo el día, mientras en la ciudad no hizo tan malo. Maldito sirimiri que ni moja ni deja de mojar. Aparte de eso, tenía el bono de metro caducado, los zapatos me volvieron a hacer roce y casi protagonizo un viaje al suelo en varias ocasiones gracias a ellos, la entrevista duró un minuto, no hubo asunto y me gasté bastante pasta (esto ya lo sabía de antemano y no em importa en absoluto, pero me encanta quejarme) comprándome varios mangas y sintiéndome culpable por ello (mentira). Es que no es que tenga libros pendientes por leer, tengo bibliotecas enteras por leer, no sé cómo lo voy a hacer...
En fin, luego en la ciudad las cosas fueron mejor pero no tanto. Había aprobado todos los exámenes de francés. Sin embargo algunas notas eran muy bajas, y eso es imperdonable >.<
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