Pues sí, ya tocaba. Llevaba un tiempo aburrido de esto, y ayer, en una charla sobre redes sociales, me di cuenta de que debía hacer algo, reinventarme cual estrella del pop. Puestos a reiventar, he decidido rehacer el concepto. Ni Internet 1.0, ni Internet 2.0, ni Internet 3.0, esto es algo totalmente novedoso, Internet 485.1416 (pa chulo yo), que consiste nada más y nada menos en que hago lo que quiero y olé. Ciertamente, es todo mentira, pues la idea inicial es abandonar la rutina de contar si leí tal y vi cual y volver a los viejos tiempos. Aquella época en la que este blog (con otro nombre) estaba cargado de ciberesperanzas, ciberlamentos, ciberamenazas, ciberhistorias, ciberconsejos y levantaba ciberpasiones y lo que no son ni cíber ni pasiones. Esos tiempos en los que la gente me echaba en cara que sólo contase lo bueno o que contara ciertas cosas... Cuánta nostalgia...
Por el momento no he decidido si hacerlo más público de lo habitual o seguir en semisecreto y todavía tengo que decorarlo más, pero las dudas ya surgen. ¿Conseguiré cumplir la meta de escribir al menos cuatro entradas a la semana? ¿Lograré hacerlas interesantes teniendo en cuenta que mi vida últimamente no es de lo más interesante? ¡Ya hay misterio!
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