Todo chico manga que se precie de serlo un poco ha de tener necesariamente un rival. Al menos uno. Así, Kaneda mantenía una rivalidad con Tetsuo por ver quién era el más fuerte; Ginta no podía soportar la llegada de Yuu y mucho menos su acercamiento a Miki; Ranma debía enfrentarse a cualquiera que quisiera arrebatarle a su prometida, el título del más fuerte o lo que hiciera falta; y Goku y Vegeta gozaban de una rivalidad a lo largo de las páginas, si no algo más.
En mi caso, mi rival en estos tiempos que corren es el personal de recursos humanos. Los exterminaría a todos.
Entiendo que ellos saben hacer su trabajo y seguramente todas las preguntas tontas que te hacen resolverán sus dudas acerca de si eres un psicópata en potenia que cualquier día los estrangulas con el cable del teléfono. Sin embargo, descubrir si realmente sabes todas las cosas que dices saber parece ser lo de menos. Nunca nunca me han pedido que les enseñe un título, a lo sumo hacer una prueba de idioma bastante incompleta.
Por otro lado, ¿hacen bien su trabajo? En un trabajo cutre prefirieron a una chica que tenía una licenciatura y un máster a mí. ¿De veras les merece la pena formar a una persona que en cuanto pueda deja la empresa por un puesto acorde a su formación?
Y lo que ya no puedo soportar es que encima pretendan dar lecciones. En una sesión formativa patrocinada por la administración dirigida a jóvenes desempleados, bastante de ellos poco cualificados, la chica recomendó no enviar el cv a muchas ofertas, pues ella ver el mimso documento en varias ofertas le daba a entender que el candidato aceptaría cualquier cosa (¡menuda sorpresa!) y que preparasen un cv adaptado a cada oferta de trabajo. ¿Cómo, si apenas pueden rellenar una hoja de papel? Ella sí debía haberse preparado adecuadamente para el público asistente.
En fin. Algún día podré pasar a odiarles simplemente porque me hacen mal las retenciones...
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