sábado, 2 de abril de 2011

Conan Edogawa, ¡detective!

Corría el año 1998 cuando Planeta lanzó una nueva colección al mercado, Detective Conan, en formato tomo sin sobrecubiertas por 1200 pesetas, lo normal por aquel entonces. Seis tomitos bimestrales. Yo hubiera preferido formato biblioteca manga, así la espera entre tomo y tomo sería menor y el precio más cómodo.

Se acabaron los seis tomos y casi un año después sacaron otra tanda de siete tomos a 995 pesetas. Y ahí se quedó, la serie no vendió bien y adiós muy buenas.

Pero la vida da muchas vueltas, muchas vueltas da la vida, y después de esa fracasada aventura empresarial la serie empezó a tener repercusión gracias al anime, sobre todo en Cataluña, y Planeta decidió continuar la serie dos años después. Desgraciadamente JR pensó que era mucho mejor cambiar el formato, pasarlo a biblioteca manga y ponerle un precio más alto. A mí me sentó fatal, pasaba de tener más escaleras de las habituales en la estantería (no es por nada, pero Planeta no sabe encuadernar ni cortar los cómics, todos son distintos y suelen tener los lomos más gordos que el resto). Me quejé y por respuesta recibí que no estaba obligado a comprarlos. Y eso hice.

El resto del mundo no debió hacer como yo y la serie siguió viéndose ampliada, hasta el punto de que dos años después, ya en 2004, reeditaron el llamado primer volumen en el formato del segundo, la puñalada trapera final.

La serie siguió teniendo éxito, tanto que editaron especiales de la serie y la serie especial, ésta ya con no tan buenas ventas, de hecho creo que la han dejado colgada.

Yo seguía ajeno a ella muy a mi pesar, hasta que hace un par de años vi en las tiendas una redistribución de la serie y pensé: quizá es éste mi momento... Y me lancé, no sin dudas, porque puede que en un par de años empiecen la kanzenban (seguro que en cuanto la saquen en Japón) y ya me rematan. Además, que entonces había sesenta número del segundo volumen y los trece del primero que ya había vendido, casi nada para comprar.

A día de hoy sólo me falta el primer volumen completo y doce del segundo, de setenta que son y la verdad, es un horror. Primero, porque voy leyendo por tres partes distintas, y aunque la historia no sea difícil de seguir, hay momentos que ya no sé ni quién es quién. Segundo, porque hay tomos agotados (como todo el primer volumen) y conseguirlos es toda una caza y captura. Y tercero, porque tras setenta tomos que lleva el manga, la historia sigue prácticamente como el primer día y sinceramente, ya ralla. Y mucho. Lo peor de todo es que no tiene visos de acabar y llegados a este punto, hay que ir hasta el final, si es que sigo vivo para entonces.

¿Cuál será la siguiente tragicomedia otaku en ser narrada?

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